5/11/17

Día

Soñar con un piso en el centro de Madrid,
ventanas grandes, con balcón de metal y una fachada de ladrillos.
Despertarme, ponerme una sudadera,
andar por el pasillo de madera hasta la ultima puerta que es la cocina.
Prepararme un café mientras bailo la canción que suena en la radio.
Beberme el café muy despacio, saboreando lo cargado que esta.
Pensar en mis cosas con la música de fondo.
Abrir el paquete de tabaco, coger un cigarro y fumarmelo en la ventana.
Y toda la relajación de pensar sola en todo el mundo mientras nadie piensa en ti.
Humo
Humo
Humo

Heridas

Ya ha pasado un mes desde que me atravesé la esperanza en algún tipo de cambio.
Cada mañana me coso la herida con emociones de papel que luego dejo encima de la mesa.
Al volver a casa todos esos papeles llenos de palabras (que nacieron en el intestino y no en el corazón) se han convertido en aviones de papel.
Me asomo al balcón y un niño me sonríe mientras lanza uno a uno cada avión.
Y de repente me miro la ropa, está empapada de sangre... Y miro cómo mi mano va deshaciendo cada uno de los puntos que cosí esta mañana.
Y así
Una
Y otra
Y otra
Y otra
Y otra
Vez.
Hasta que me canse

25/10/17

Más

Quizá somos lo que nunca pedimos ser.
Fuimos a firmar los papeles de identidad
y la letra pequeña había ido a pasear.
Qué ingenuos fuimos al ver la palabra felicidad y creer que algún día podría
describirnos más allá de un segundo.
Qué tontos los que creen que el cambio
es una opción y mientras tanto siguen
rodando entre escaleras.
No podemos elegir, por ello nuestro inconformismo
ha decidido otorgarnos una mezcla de amargura, sufrimiento y adicción, convenciendonos de que
siempre querremos más
aunque no haya opción a nada.

Llora

Odio el llanto que sigue a la tristeza, pero odio más la permanencia de ésta tras el llanto. Nada va cambiar nunca, para qué voy a engañarme. A veces pienso que no merece la pena pensar, dar vueltas a lo mismo una y otra vez, intentando sacar nuevas posibilidades, conclusiones o directamente culpables. Siento una angustia que no me permite hablar, porque cada vez que lo intento mis ojos se inundan en sangre y ésta fluye hacia mi boca sin importarle interrumpirme en mi conato comunicativo. Creo que lo mejor es andar en silencio, como un cadáver vivo, sin guerras que librar, sin problemas que asumir. Al fin y al cabo nunca pude hacerlo bien, y ahora que intentaba pasarme al lado con más luz, he cerrado los ojos.

Abajo

A veces pienso que no debería ser así.
Y sin embargo siento cómo se hunde la mitad del suelo en la que me encuentro, mientras el resto sigue hablándome desde arriba como si nada. No sé por qué no me ayudan a salir de este agujero. Me cuentan sus preocupaciones, sus problemas, sus alegrías... Y pretenden que yo, hundida en el terreno les pueda salvar de su situación o que al menos logre sentir lo que sienten. Ojalá sintieran lo que siento yo.
Y de repente un día oí un estruendo terrible a unos pocos metros. Alguien había caído en un agujero como yo. Y ese alguien eras tú. Fui corriendo a buscarte, a entenderte y a entenderme... Y al llegar veo esa puerta que has construido.
A veces pienso que no debería ser así.

27/9/17

Eres

Eres en lo que pienso al despertar
Eres lo más importante en mis planes
Eres mi imaginación volando
Eres mi apoyo, mi artista y mi amor
Eres mi preocupación
Eres lo que quiero
Eres mi deseo de futuro
Eres mi conversación más tonta y también la más profunda
Eres mi protegido
Eres mi amigo
Eres mis 5 minutos al móvil
Eres mis bailes, mis canciones
Eres mi risa y mi alegria
Eres a quien admiro
Eres mi oreja, y eres mi boca
Eres mi yo cuando nos tocamos
Eres mi caso más surrealista y real
Eres mi acompañante
Eres mi luz
Eres cada día
Eres mi fuerza
Eres mis ilusiones y mis ganas
Eres lo más feo que he escrito, y eres también lo más bonito que he vivido.
Eres nosotros, y yo,
soy juntos.

18/9/17

Silla

Reflejada en el espejo parezco otra,
me miro
hay nuevas ojeras
en realidad me alegro de que acompañen a las de ayer
así al menos no se sentirán tan solas.

No hay motivos para no andar
por eso ando por mi casa
y entonces miro,
sin reflejos,
todos los muebles
toda la decoración
todos los daños.

Finalmente me siento en mi silla favorita
en frente de la ventana,
no hay nadie aún en la calle
y mi silla se queja
cansada de soportar tantos años
el mismo peso
y sin cambios.

17/7/17

PPS

Hace tiempo que no escribo
y guardo (y escondo)
en este corazón tan deliberadamente normal
TODO.

Guardé la espada en la cartera
y me propuse usarla solo cuando fuera
estrictamente necesario.

Engullí mis dudas,
me llené de miedos,
acabé con las manos repletas de pensamientos
y cuando ya no pude más, los lloré.

Fui libre pensando que amaba
y no sabía lo que era amar,
hasta que lo sentí en mi propia alma,
entonces me di cuenta de todo lo que creo que sé
sin haber experimentado,
porque la teoría, la puedes memorizar,
pero para escribir la práctica hace falta mucho más que tinta,
hacen falta ganas y sensibilidad.

Caminé perdido por la calle
y me propuse no mirar el mapa,
de manera que si yo mismo no puedo sorprenderme
buscando el camino de vuelta a casa
al menos la ciudad se desnudará para que la observe.

Y no hace falta decir nada más de lo que pasó
porque eso no hará que tú te abras más.

25/4/17

Accidentes

Cuando dos personas se presentan, lo primero que hacen es decirse el nombre como si eso fuera lo más importante.

Soy una de esas personas que de vez en cuando necesitan huir. Hace unos días fui a tomarme un café para despertarme un poco por la mañana, mientras bebía empecé a pensar en todo lo que estaba pasando, todo lo que he hecho, todo lo que no he hecho, lo que quiero hacer y con quién…me sentía como si todo el oxígeno del planeta se hubiera ido a parar a mi cabeza y estuviera a punto de explotar de la presión. Decidí que tenía que salir de la cafetería, pagué apresuradamente mi americano y caminé hasta un puente que daba a la carretera. No es la primera vez que voy allí en momentos de saturación, pero aún no sé cómo se llama. Sin embargo ese día fue diferente. Me detuve en una zona donde no suele pasar nadie y me senté con las piernas entre los barrotes y mirando a la carretera. Luego encendí un cigarro y continúe enredando el hilo de mi pensamiento…hasta que apareció. Llegó como si nada, con una chaqueta vaquera y pintas de no haber pasado por casa en tres días, con una bolsa verde en la mano derecha y un cigarro en la izquierda. Entonces se sentó a mi lado imitando mi postura. Yo en ese momento no sabía cómo reaccionar, claramente estaba invadiendo mi espacio y le daba igual. Le miré para que se sintiera algo avergonzado, pero me miró y siguió a lo suyo. Su tranquilidad me sacaba de quicio, pero me negaba a cambiarme de sitio, yo había llegado antes. Opté por ignorarle.

-Llevas ya dos horas aquí como mínimo

No me lo podía creer.

-Sí

-Y desde que llegué, calculo que media cajeta.

-Probablemente.

-Parece como si quisieras ser un coche más, por todo el humo que estás expulsando .

-Sí, lo que tú digas.

¿Pero este tío qué se cree? Yo hago lo que me da la gana que para eso ya soy mayorcito.

-¿En qué piensas?

-En que venía buscando un poco de tranquilidad y me he topado contigo.

-En realidad ha sido al contrario, yo he tenido la suerte. De hecho estás sentado en mi sitio.

-¿Cómo que tu sitio?

-Está escrito, date la vuelta.

Me giré y pude observar una especie de firma en el suelo.

-La calle es de todos.

-Sí, pero ese es mi sitio, vengo aquí todos los días desde hace tres meses.

Me callé, no tenía ni idea de qué quería conseguir este tío con toda esta tontería de su sitio, así que pensé que lo mejor era seguir inmerso en mis asuntos, que además ya estaban suficientemente contaminados de incomprensión. A pesar de ello, a los diez minutos volvió a intentarlo.

-¿Sabes? A veces me preguntó por qué las cosas ocurren como ocurren, por ejemplo tú y yo ahora mismo…no sé qué es lo que te ha traído hasta aquí pero estoy seguro de que eso impulsará otro acto, y otro, y otro…en fin lo que quiero decir es que todo el mundo en realidad busca algo de manera inconsciente y son las propias personas las que nos ayudamos a colocarnos en el sitio que nos corresponde, aunque hoy parezca que me hayas robado el mío.

-No estoy de acuerdo, yo no sé lo que busco, no tengo un sitio y no creo que nunca pueda llegar a establecerme en ningún lugar.

-Eso es mentira, todo el mundo en el fondo busca algo. Hay algo que tienes que querer.

-Claro que quiero muchas cosas. Quiero que el mundo se dé la vuelta, quiero sentirme útil y valiente, quiero que la gente no sufra, la maldita paz mundial, que todo salga bien por una vez…pero sobre todo quiero dejar de querer porque eso mismo me está destrozando.

-Eso es un error, no se puede dejar de querer porque dejaríamos de ser quienes somos. Nuestra identidad es la forma en que amamos, ya no solo a las personas sino también a las cosas, cuando algo te apasiona es cuando realmente eres libre y de verdad te expresas como persona. Desear, querer, va unido a amar  porque nada se consigue sin la voluntad que genera una pasión.

-Me he perdido completamente en tu discurso, además, no sé por qué vienes aquí y te crees con derecho a darme lecciones de moral cuando tú mismo has dicho que llevas viniendo aquí tres meses. ¿No tienes nada mejor que hacer?

-La verdad es que no. Yo ya encontré mi sitio, y es este puente...de hecho una persona lo encontró por mí. Le puso mi nombre y ahora tú estás ocupándolo, el intruso eres tú.

Lo que faltaba. Hice el amago de levantarme, ya me estaba cansando este individuo y si quería su dichoso sitio yo podía irme a cualquier otro, allí aprovecharía mejor mi tiempo. Pero en ese momento se levantó también.

-¿No querías tu sitio? Ahí está, deja de liarme ya, no quiero seguir tu juego.

-¿Y dónde pretendes ir? ¿No te das cuenta?

-¿De qué?

-De que de alguna forma, esta conversación, este encuentro entre nosotros, tenía que darse. Es la gran estafa del destino. Todo gira en torno a ti en tu universo, y todo gira en torno a mí en el mío, sin embargo a veces dos universos chocan y entonces tiene lugar un accidente...igual que cada día ocurre entre los vehículos que circulan bajo nuestros pies, simplemente suceden de forma imprevisible, e inevitablemente cada sujeto implicado queda tocado por la catástrofe.

-¿Dices entonces que cada una de las relaciones que tengamos van a provocarnos de alguna manera perjuicios? Yo estoy jodido amigo, pero tú sin duda estás mucho peor, tú estás roto.

-Yo, “amigo” sigo vivo, pero evidentemente tocado y adicto a cada impacto.

Es entonces cuando me di cuenta de que su presencia no me molestaba, de hecho era extrañamente cómoda. Saqué de nuevo la cajeta y le ofrecí un poco más de destrucción, lo aceptó en silencio. Seguimos durante un par de horas más sentados, escuchando la ciudad hasta que anocheció, entonces se levantó y se fue sin decir palabra.

Al irse me di cuenta de que no me había dicho cómo se llamaba, supuse que para mí siempre sería un extraño con quien pude experimentar la empatía del silencio por unas pocas horas. Los humanos somos entes circulantes de una M-30 sin salidas concretas, nos obcecamos en intentar encontrar “el camino propio” cuando en realidad nuestro destino nos lleva a chocarnos contra una disparidad de personas que van construyéndolo y dejando señales en cada colisión.  Se dice que el pasado ya no importa porque ya se ha recorrido, pero la realidad es que cada vez que volvemos la cabeza cada huella nos remite a un recuerdo que ha marcado nuestro camino, no con un nombre sino con una identidad colaboradora en su construcción, que es la nuestra. Pasado, presente y futuro dejan de ser un nombre estático y pasan a ser una carretera con mil automóviles en funcionamiento.  

Cuando dos personas se presentan, lo primero que hacen es decirse el nombre, como si eso fuera lo más importante, y sin embargo sólo se conocen cuando tiene lugar un accidente.

16/4/17

no puedo

El otro día me preguntaste que cuál era mi lugar favorito del mundo. Yo sabía cuál era la respuesta que buscabas, entre tu tono de voz y esos ojos…estaba bastante claro. Opté por no decirte nada, una evasiva al fin y al cabo no es una mentira. Sin embargo mi lugar favorito del mundo sí que existe, y no, no lo voy a compartir. Puede que suene infantil “esto es mío, no tuyo”, de todas formas tengo un motivo.
Decidí pasar tiempo contigo porque te admiro, conocerte es todo un reto, pero eso no nos da derecho a quitarnos nuestra intimidad. Voy a ir contigo a mil lugares, quiero cogerte de la mano y sentirme comprendido, quiero besarte y sonreír, quiero ser tan yo contigo que dé miedo…pero  no voy a llevarte a mi sitio favorito del mundo. Imagínate lo que ocurriría: yo nervioso por saber si te va a gustar o no, tú emocionada porque me estoy exponiendo un poco más a ti; por ahora todo suena muy bonito y tierno, dos amantes que se entregan el uno al otro como si nada más existiera, pero permíteme romper el mito. Ahora imagínate lo que ocurriría después, acabamos esto que tenemos y yo te he enseñado mi lugar favorito en el mundo, mi refugio, la localización de mis pensamientos más profundo; de algún modo te hice cómplice de mi fuga y eso no tiene solución, ahora siempre que vuelva a mi escondrijo tú estarás presente. No puedo abrirme aún. No creo que pueda hacerlo nunca porque siempre voy a necesitar escapar.

18/3/17

---

Las relaciones humanas son complicadas. La base de la vida es sencilla, consiste en comer, respirar, dormir...todo funciona perfectamente y de manera automática. No se tienen problemas, no hay días raros en los que una persona nubla tu mente, no hay pérdidas de papeles ni de tiempo tampoco, no hay juego y por tanto, no existen las trampas. Todo fluye de una manera casi recta hasta que te topas con otro individuo, en ese momento te planteas la situación y empiezan las curvas. De repente te encuentras sumido en una carretera hacia el descubrimiento de la otra persona, y parece ser un recorrido eterno. El paisaje va cambiando durante el trayecto, a veces es más gris, a veces más luminoso, a veces hay baches y a veces hay cuestas excesivamente inclinadas...pero ya no puedes salir. Por esto se complican la vida del hombre, porque, súbitamente y sin planificación, uno se mete en cinco o cincuenta carreteras diferentes y circula por ellas casi sin control.
Lo malo de verdad llega cuando una de esas carreteras te obsesionan y necesitas estar continuamente recorriéndola. Es realmente frustrante cuando crees haber alcanzado una estabilidad y que de repente alguien aparezca y decida desestabilizarlo todo, irrumpiendo en tu mente y nublándola durante días. Aún me pregunto si es posible actuar como si una relación estuviera vetada y cumplir ese veto.

13/3/17

No sabemos

Nunca fuimos perfectos,
la inmovilidad nos fatigaba y el viento nos frenaba en el avance.
Tratamos de llevar una trayectoria recta
en un camino de piedras,
y lógicamente nunca lo conseguimos.
Sin embargo seguimos luchando
contra la absurda idea de la sumisión
y el conformismo,
contra las barreras, las fronteras y jaulas.
Admirábamos a los cerrajeros por su facilidad de abrir puertas,
preguntándonos si algún día podríamos abrir mentes con tal destreza.
Y nunca supimos de dónde salían nuestras fuerzas.
Quizá fue del amor,
quizá de la rabia,
quizá fueron los delirios de grandeza.
El poder se nos antojaba abstracto
y nunca llegamos a aceptar a aquel que creyó poseerlo.
Las ideas
no
se
tienen,
Las ideas
se
viven.

Nunca fuimos perfectos,
pero al menos recorrimos un camino
buscando lo más cercano a la perfección.

27/2/17

Bicicleta

Siempre creí que lo importante de una bicicleta estaba en quién la conduce, cuando en realidad su transcendencia está en el destino. El peso de la acción acaba revelándose en el momento en el que te bajas de la bici y puedes mirar hasta dónde has llegado. Puedes contemplar el mundo bajo tus pies y respirar. Respirar profundamente. Lo más curioso es que no me gustan las bicicletas, siempre preferí andar. Me gusta caminar durante horas y que las piernas me vayan solas, me gusta sentir que no puedo da un paso más y tirarme en un césped mojado. Me gusta que la mente se me nuble. Y no ver nada en absoluto. Ignorar todo lo malo.

21/2/17

Más

"Me calienta más el sol que tu piel"
Te digo cada vez que no me das la razón,
cada vez que rompemos el orden de la realidad para jugar con aparatos.
Y te odio de una manera tan absolutamente superficial que me da pena no poder querer acabarlo.
Me da rabia verte reír y no poder besarte.
Me violenta ver cómo te da igual todo.
Cómo sabes sacarme de quicio.
Cómo le das mil vueltas a la Tierra
sin ser Sol
y sin salir de la habitación.
Cómo le das mil vueltas al mundo.
Cómo sabes activarme.
Cómo me tocas sin vergüenza.
Cómo me haces gritar en silencio.
Y cómo me calientas la cabeza.

"Me calienta más el sol que tu piel"
Y tú te ríes porque sabes que es mentira.

9/2/17

Dios

Y Dios en qué cree
si no es en tu espalda,
si no es en tu boca,
si no es en cada instante que respiras.
Dios no debe de creer en nada
pero yo solo creo en ti.

31/1/17

Brújula

Desorientado incapaz busca brújula que le señale el norte.
Brújula insegura contesta al anuncio.
Son las doce y no hemos llegado aún al hielo.
Es la una y estamos en el pico del iceberg.
Son las dos y no saben qué más hacer.
Estamos esperando un nuevo proyecto.
El sur ya no es una opción a las cuatro.
A las cinco uno se plantea el este, oeste, este, oeste. Se separarían.
No hay más puntos cardinales.

El desorientado incapaz ya en su ubicación deseada se levanta, camina unos pocos metros y lanza la brújula lejos al mar.

Ya nadie la puede encontrar.

6/1/17

Incapaces

A veces pienso que soy incapaz.

Incapaz de interpretar a las personas, de decir "no tengo tiempo para ti", de preocuparme un poco menos por lo que realmente no me afecta, incapaz de no darle 150 vueltas a las cosas o de enredarme en futuros planes que nunca saldrán de mi cabeza (ni de mi boca). Incapaz, al fin y al cabo, de relativizar. Mi cabeza gira en torno a un alboroto vacío y yo soy incapaz de darle un significado. Y no es que no escuche al mundo, ni que el mundo no me escuche a mí, nada de eso, lo que verdaderamente ocurre es que con tanto ruido alrededor he desaprendido a escucharme. No soy un incomprendido, soy el amante de la soledad y me rodeo de miles de fantasmas cuyas motivaciones están igual de muertas que ellos. Soy un ciego que mira el mundo con ojos escépticos y cada vez que miro al espejo no me reconozco. No puedo identificarme con nadie porque sé que si lo hiciera me defraudaría, y no quiero ser un ente del mundo que camina sin brújula. Sólo quiero ser capaz de volver los ojos hacía dentro para no necesitar nunca más ese espejo que me describa gráficamente. Quiero llegar a la abstracción y oír mi propia vida, para escribir una canción o un poema y así no olvidar jamás aquello en lo que creo y eso por lo que vivo. Quiero convertir mi pasión en himno oficial de mi destino y dejar como legado inspiración. No hay causas que no den lugar a reflexión, como nunca habrá gritos que se encierren en un armario, ni consecuencias que no nazcan de todo lo anterior. Siempre habrá personas en el mundo rompiendo espejos, y nunca más podremos decir que dé mala suerte, porque eso significará que en medio de toda esta superficialidad, hemos escuchado a fondo. Nos hemos escuchado a fondo y ahora sí somos capaces cantar que el camino de la vida es mucho más que el terreno que pisamos al andar.