Vamos a bailar como si no pasara.
Nada.
El tiempo.
Muévete al ritmo
del alma viva
que eres.
No planifiques,
por una vez.
Sé impulsivo e
imperfecto.
Fluye de la manera.
Mas real.
Más natural.
Más tú.
No pienses,
no digas,
no escuches
(nada que no sea tu latido).
Y por fin
la música se acaba.
Y duermes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario