25/4/16

Crisis

-No entiendo por qué sacas ese tema ahora. Sabes de sobra que no quiero ni oirte.
- Sabes que no puedes, en realidad lo vas a pensar.
- Si no lo digo, te da igual.
-Al menos podré tener la alegría de volver a hablarte.
- Hasta que te canses.
- Muerto quizás. Venga va, vente conmigo, vente a Alemania.
- Yo no soy como tú, yo no sé hablar alemán, ni tengo una cara tan simpática como para que no importe.
- Tienes la cara que quiero conmigo, en Alemania o donde sea...además necesitamos el dinero y es una oferta increíble.
- Yo aquí estoy bien.
- ¿Ganando cuatro duros por soportar al elitista de tu jefe? Vamos, no me jodas...a otro le puedes engañar, pero a mí no.
- Mi jefe por lo menos me da seguridad.
- Seguridad de pobreza, seguridad que inferioridad. Vámonos
- Te he dicho que no, no sabríamos ni dónde vivir.
- Juntos, además he mirado cuatro pisos ya...parecen aceptables para empezar.
- Entonces empieza solo.
- Todos vienen con dos habitaciones...piénsalo.

Y se fue, dejando las llaves en el recibidor y cerrando la única puerta que les regalaba una salida.

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