No me gusta la gente que solo odia
y sueña con las pesadillas de otros,
pero aún menos me gustan
los que sólo hablan de amor
viviendo en su mundo de cristal,
porque para que haya amor
debe existir el odio...
lo que pasa
es que aún no han disparado
contra su frágil cúpula.
No os preocupéis,
que igual que vomitar rosa está de moda,
llevar un arma en la guantera, también.
Pronto bombardearán vuestras flores,
igual que algún día
una bala se enamorará de un corazón.
Y al final el mundo,
por muy contaminado que esté
no es gris por eso,
si no por la guerra desatada
entre los que lo ven todo blanco,
y los que lo ven todo negro,
siendo al final
extremos que convergen.
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