5/8/15

Es mucho para el vacío

Así que llegue a la conclusión de que al final sólo éramos eso, algo dentro de un mundo vacío, probablemente eso nos convertiría en nada. Una nada llena de singularidades comparables con la del Big Bang, y que poco a poco nos íbamos expandiendo, nos expandiamos de una manera que sólo nosotros entendíamos, por eso nos iba tan bien. Entonces salíamos a correr porque nos gustaba, y nos gusta, la sensación del fuego en las piernas y la garganta seca, para luego creer que la única gota de agua que podíamos tener nos saciaba de tal forma que nos daba fuerza para seguir corriendo. Y llegábamos lejos, y subíamos a un puente y nos creíamos los reyes del mundo, con todos esos coches que pasaban por la autopista a nuestros pies, y era verdad que éramos reyes, éramos los reyes de nuestra propia nada. Y eso es mucho para el vacío.

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