23/9/15

Promesa plural

Y que venga el fin del mundo,
que llegue con toda su fuerza,
que destruya todo cuanto pueda.
Y yo esperarle, sí,
pero que no se piense que le recibiré
con los brazos abiertos, no,
que no soy cobarde,
pero niña, hace tiempo que ya posé
mis brazos en tus caderas,
y con mi voz prometí un futuro
que haría nuestro.
Que no se piense el fin del mundo
que puede con una de mis promesas,
porque si desaparezco,
si vuelan mis cenizas por el viento,
no podrán diferenciar mi polvo del tuyo,
porque esa palabra, en realidad,
nunca tuvo un sujeto singular.

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