16/9/15

Juzgado

Me juzgaste y me trataste de loco,
por condenarte a aparecer en mi cabeza.
Yo nunca fui esclavo de tu risa,
pero la serviría con gusto si se diera la oportunidad.
En realidad hubiera salido bien
si no hubiéramos tenido aquel accidente,
si no se hubieran roto todos los cristales
del coche y de mi cabeza,
si no hubiéramos acabado en ese maldito hospital
donde nos cosieron las heridas por separado,
sin saber que nuestra historia es solo una
sin saber que empezamos en un juicio
y terminaremos perdiéndolo.
El uno por el otro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario