Me encantaría que pudieras verte igual que te veo yo. Con tus virtudes y defectos, pero real. Me gustaría que supieras la cara que pones cuando te cabreas, o cuando crees que llevas toda la razón del mundo y me regalas unos ojos en blanco, que por cierto, los tiraría por la ventana de nuestro futuro apartamento, un primero con vistas al mar de Madrid, que está en proceso, pero tú eres tan cabezota que conseguirás eso y mucho más, de hecho creo que algún día me echarás a mí, a patadas. Mientras tanto voy a seguir mirando todas tus sonrisas, y haciendo fotografías mentales para no perder nunca la sensación que tengo mientras intentas convencerme de algo ridículo, me refiero a ese momento en el que dejo de escuchar lo que dices y solo te miro, todo lo que haces para conseguir algo...venga, vamos, porfa, no es para tanto...y lo hago, pero lo hago porque no puedo negarte nada, lo hago para que no me eches del futuro apartamento.
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