17/5/15

Cuando Harry encontró a Sally

—Lo he pensado y lo cierto es que te quiero.
—¿Qué?
—Que te quiero.
—¿Y qué se supone que debo contestarte?
—Dime, yo también te quiero.
—¿Y qué te parece un Me voy?
—¿Es que lo que he dicho no significa nada para ti?
—Lo siento. Sé que es la noche de Año Nuevo. Sé que te sientes solo pero no puedes aparecer aquí, decirme que me amas y esperar que eso lo arregle todo.
—¡Tres, dos, uno
—No funciona de esta manera
—Bueno, ¿cómo funciona?
—No sé, pero no de esta manera.
—¿Qué te parece esta manera? Adoro que sientas frío cuando hay 22 grados fuera.
Adoro cómo te lleva una hora y media prepararte un sándwich.
Adoro que se te frunza la frente cuando me miras como si estuviese loco.
Adoro después de pasar el día contigo que aún huela tu perfume en mí.
Adoro que seas la última persona con la que quiero hablar antes de ir a dormir.
Y no es porque esté solo y no es porque sea la noche de Año Nuevo.
Vine porque cuando te das cuenta de que quieres pasar el resto de tu vida con alguien, quieres que el resto de tu vida empiece lo antes posible.
—¿Ves?, eso es tan típico de ti. Dices cosas como ésa y haces que me resulte imposible odiarte. Y te odio, Harry. De veras, te odio. Te odio”.


No hay comentarios:

Publicar un comentario