25/4/15

Just in time

Hemos hecho todo sin querer. Nacimos sin querer, nos caímos hasta aprender a andar sin querer, nos asustamos de la oscuridad y los monstruos de las películas sin querer. Crecemos sin querer, y seguimos sin hacer nada a propósito. Tampoco los tenemos. Propósitos digo.
Dicen que si no sabes qué hacer lo mejor es seguir adelante, que ya encontrarás un camino nuevo, o al menos un cambio de dirección. El problema llega cuando se acaba la ruta que seguimos y hay un muro. De nuevo llegarían los eternos optimistas a decirnos lo maravilloso de las ideas, y que solo con imaginarlo podemos tener un pico y una pala para hacer un agujero y seguir. Una pena que yo no sea uno de ellos. Me he sentado y me he apoyado en el muro. El sol me da de cara y estoy cómodo. No voy a moverme, al menos por un rato, estoy bien así, además, no soy capaz de crear a base de pensar. Así que pienso, para contar. Contar que al fin ha llegado con TNT y ha roto el muro.
A veces no necesitamos ayuda y sin embargo no somos capaces de seguir solos.

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