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Son las doce menos diez. Probablemente a continuación escriba algo que no soy capaz de decir de otra manera. No se qué sentido tiene la vida, no es un pensamiento suicida, sino todo lo contrario, quiero saber en qué invertir mi vida, qué hacer y sin embargo no hay nada ni nadie que parezca querer decírmelo. Si siempre va a haber alguien mejor que yo ¿para qué valgo? ¿ qué hago aquí? La variedad de opciones que pueden dar sentido a la vida de una persona es sorprendente, hay quien vive para su familia, para su pareja, para sus amigos, para su trabajo, para las drogas, para estudiar, incluso hay quien vive para rezar. Es frustrante ver toda la gama de sentidos de la vida y no saber qué decir, no estoy seguro de si mis metas se cumplirán, y si tuviera que mojarme apostaría a que no solo por llevarme una ilusión en el caso contrario. El futuro es totalmente incierto para cada uno de los habitantes de la tierra, el pasado ya no vale, y el presente es lo único que podríamos medio conocer. Y miranos, ni siquiera sabemos que pensar ni qué estamos haciendo, ni siquiera sabemos si esto forma parte del presente o del pasado.