26/2/15

Vínculos y vehículos

Esta es la historia de dos locos que iban todos los martes por la noche, cuando ya no hay luz en una sola ventana, a un puente de la M-30. El caso es que llegaban, se sentaban, encendían un cigarro y fumaban lenta y tranquilamente mientras pasaban los coches, hasta que uno suspiraba y decía "tío, a veces me tiraría..." entonces los dos miraban hacia la autopista y pensaban qué pasaría si de verdad lo hicieran, el mundo no cambiaría, ni siquiera un suicidio de ese tipo sería merecedor de salir en las noticias. Por eso el otro le miraba y le decía "¿entonces con quién fumaría aquí? Los martes serían como el resto de los días". No hacía falta que ninguno de los dos hablara, porque los dos sabían perfectamente que nadie les conocía mejor que la persona que tenían a su lado y que si uno decidía saltar, el otro, por inercia, se caería.

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