8/2/15

Huracanes

Parece que la desesperación surge siempre de la nada y que todo gira en torno a eso como un impulso en forma de huracán que arrasa con todo lo que puede. Pero piensa, que en realidad no es nada, la violencia que nace de ningún sitio solo desordena mientras que la que nace del odio, mata. Seamos justos, no tenemos motivos para quejarnos, nuestros argumentos son antiargumentos, negaciones...te quejas por no tener suficiente aire, suficiente espacio, suficiente cariño...todo eso, las quejas, son por cosas que no existen. No merece la pena la desesperación, la nada. Pero mírame, es muy complicado explicarte por qué sigo antiargumentando sobre todo si tengo en cuenta de que no me vas a escuchar. Al final acabo guardando todo como si no tuviera bastante con las reservas actuales, como si el vaso aún no estuviera lleno, como si no te hubieras ido y como si (aparentemente) no te necesitara. Yo me engaño, pero no te confundas, mi desesperación es la nada que nunca llegará, la catástrofe natural que desordena los restos que quedan aún de ti.

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