26/2/15

Vínculos y vehículos

Esta es la historia de dos locos que iban todos los martes por la noche, cuando ya no hay luz en una sola ventana, a un puente de la M-30. El caso es que llegaban, se sentaban, encendían un cigarro y fumaban lenta y tranquilamente mientras pasaban los coches, hasta que uno suspiraba y decía "tío, a veces me tiraría..." entonces los dos miraban hacia la autopista y pensaban qué pasaría si de verdad lo hicieran, el mundo no cambiaría, ni siquiera un suicidio de ese tipo sería merecedor de salir en las noticias. Por eso el otro le miraba y le decía "¿entonces con quién fumaría aquí? Los martes serían como el resto de los días". No hacía falta que ninguno de los dos hablara, porque los dos sabían perfectamente que nadie les conocía mejor que la persona que tenían a su lado y que si uno decidía saltar, el otro, por inercia, se caería.

24/2/15

Patadón y para delante

Un día te das cuenta de que el tiempo se ha parado, para decirte que estás por encima de todo. Incluso de él. Que el mundo realmente es lo que es porque tú haces que sea así. Sí, para ti, que todo es caos, desechos maquillados de calles, humos contaminantes de pulmones, realidades distorsionadas, luces intermitentes que no llevan a ningún sitio pero que indican todo y la gente que solo sabe de sí misma ( y ni siquiera) ...para ti se han detenido las horas sin permiso de las autoridades, sin pasaporte y de forma ilegal, solo porque tienen un mensaje. Que todo es gris si solo usas carboncillo, y que al fin y al cabo, en cada día que pasa siempre va a haber una risa o un abrazo, que todos los días malos te hacen valorar cada uno de tus buenos momentos, que por muy efímeros que sean, por suerte aún nos queda la memoria. Y que sigas recto, o gira si quieres, pero avanza, y si no sabes cómo jugar, usa la suerte del principiante, saca ese arma secreta que guardas en el pecho y ponla en la cabeza del de en frente. Porque quien no arriesga no gana nunca nada, y la nada es casi peor que el negativo, ya que no te da fuerzas ni para superarte. La nada es apatía y el tiempo te está gritando en parada, que estás por encima de todo, porque eres tú quien lo controla. Si no sabes qué hacer...patadón y para delante. Pero no abandones.

22/2/15

Solo

Ya nos hemos perdido otra vez, en un bosque y de forma consciente...¿que qué hago? No digas estupideces, estoy tumbado, ¿no lo ves? Y sí, he vuelto al bosque, el único sitio donde estoy tranquilo. No es tu culpa, realmente no es culpa de nadie, soy un poco antisociable cuando pienso, no me gusta abrirme en ese rato, por eso he venido andado desde casa y me he tumbado aquí. Se está genial pensando solo, es que me meto tan en mi cuerpo que no dejo de ser yo, y veo todo lo que me preocupa, y después de pasar el nudo en la garganta se me ocurre deshacerlo y olvidarme de todos los problemas, y escucho, el bosque. Con sus pájaros, árboles y viento. El caso es que me he abierto el cuello, por eso del nudo que tenia, lo he cortado y lo he dejado por ahí, al volver tendré que recogerlo porque en la ciudad todo son problemas...aunque para entonces tendré una cicatriz más, en fin, que si ves sangre no te asustes.

15/2/15

Inmóvil y gris

Me agobio porque todo es negro y vacío. Sin embargo no hago nada para que cambie y eso me lleva a no poder pensar más que conmigo misma, porque realmente no tengo derecho a quejarme. No me muevo para evolucionar, pero no es que no quiera, es que ya no sé cómo hacerlo. De hecho creo que jamás supe, puede que sean cosas que se aprenden a base de golpes, como todo, el problema es que yo no tengo heridas ni hematomas, porque me dan miedo y por eso no me muevo. Así que supongo que el estado de grises en el que vivo no es más que una consecuencia directa de no cambiar de gama, ya no sé si por incapacidad o por cobardía. En fin, aquí estoy, llorando por todo lo que no sé cómo calcular, atascado en la espiral de lo inmóvil y llena de dudas que no son más que tonterías, porque en la vida llevarán a nada.

8/2/15

Para ti

Si que me gustaría ser de verdad alguien con quien ando, porque no acostumbro a pasear con mala gente. Sería un privilegio poder parecerme apenas un trazo de lo que es mi familia, no hablo de la biológica solo, también de la que yo he elegido, la que me cuida y me pega trozo a trozo cada vez que me rompo para que otra vez alguien pueda ver lo que ellos vieron en mi. Me encantaría ser la mitad de lo que son, un grupo de gente que con cada una de sus manías y defectos consigue sacar todo el potencial de ese armamento de majestuosidad y buena voluntad que llevan dentro. Que son personas con vida, con un alma llena de color y hecha cuidadosamente a medida. Como un instinto no dudan en atacar si alguien de la familia corre peligro, no duda en delinquir por un miembro del grupo, y esto que puede parecer locura a mí es lo que más me gusta de los humanos, que a veces podemos sentirnos parte de algo tan especial como es una amistad, y que quien lo tiene de verdad lo sabe porque desde ese momento todo pasa a ser relativo y distante, todo se compara con el alivio que supone pasar un rato al lado de tu alter ego, todo es poco al lado de esto, porque alguien que no solo se sacrifica por ti, sino que sabe cómo sacrificarse por ti es algo muy difícil de encontrar, sin embargo puedo afirmar con orgullo que yo lo tengo y repetido.

Huracanes

Parece que la desesperación surge siempre de la nada y que todo gira en torno a eso como un impulso en forma de huracán que arrasa con todo lo que puede. Pero piensa, que en realidad no es nada, la violencia que nace de ningún sitio solo desordena mientras que la que nace del odio, mata. Seamos justos, no tenemos motivos para quejarnos, nuestros argumentos son antiargumentos, negaciones...te quejas por no tener suficiente aire, suficiente espacio, suficiente cariño...todo eso, las quejas, son por cosas que no existen. No merece la pena la desesperación, la nada. Pero mírame, es muy complicado explicarte por qué sigo antiargumentando sobre todo si tengo en cuenta de que no me vas a escuchar. Al final acabo guardando todo como si no tuviera bastante con las reservas actuales, como si el vaso aún no estuviera lleno, como si no te hubieras ido y como si (aparentemente) no te necesitara. Yo me engaño, pero no te confundas, mi desesperación es la nada que nunca llegará, la catástrofe natural que desordena los restos que quedan aún de ti.

1/2/15

7 dias para un grito

Gritaría altísimo todo lo que pienso para poder matar mi interior. En condicional...de que tú no escuches. Así que he caminado lentamente reflexionando sobre qué estoy haciendo y a dónde se supone que me dirijo sin brújula, mapas ni gps; hasta que he conseguido llegar un campo con la tierra blanda y me he puesto a excavar durante 7 días seguidos con el único descanso de seguir cavando para dejar de reflexionar. Una vez hecho el agujero me he metido dentro de mi pozo particular y he gritado tan fuerte que has preguntado que quién te llamaba, ha sido un alivio. Por fin.

Piedras

Tiramos piedras varias veces para ver si nos las devolvían y pasó, la nada quiero decir...existió el intento pero no una respuesta. Nadie nos reembolsó todos los gastos de tiempo y promesas. Pero mientras el cielo siga siendo cielo y el mar siga siendo salado, esos recuerdos seguirán siendo míos a la mitad, y aunque las piedras no volvieran me despierto cada día rodeada de otras muchas para seguir tirándolas lejos. Y digo me, y no nos, porque tú ya te fuiste, porque no recordabas tu mitad. Y yo sigo esperando a que llegues al lugar donde lanzamos todos nuestros cantos y me llegue una respuesta, la tuya. Da igual que estés lejos mientras estés vivo.