Tengo la manía de emperrarme en ir hacia delante con todo. Hay quien lo ve como una cualidad, yo lo veo como un capricho fugaz que acaba transformándose en orgullo y cargo de conciencia, donde lo único que queda es seguir con el plan para no perder la dignidad ni quedar de veleta. Sin embargo, y esto si que lo veo como una cualidad, durante la ejecución del plan voy aprendiendo que todos los obstáculos te enseñan algo que es imprescindible para superar el siguiente, y que cuando vas pasándote los niveles del juego es inevitable llegar a la última pantalla donde acabas vencedor de una batalla en la que sale ganando una nueva y mejorada versión de ti mismo.
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