30/1/15

Vengando el cielo, mirando asfaltos

Últimamente miro abajo mientras camino con el fin de vengar la relación que tengo con el cielo y todas sus nubes. El caso es que nunca llueve, pero siempre está todo gris, como consecuencia de la contaminación de pensamientos y torturas a nivel individual. Por un lado el yo mismo, por otro mi niebla particular que me impide ver. Y así caminamos, sin saber bien que va después de ese cartel, de esa farola, o de esa sonrisa torcida que pones cuando te molesta algo. Y así contaminados con nuestras creencias, ideologías y prejuicios realizados a conciencia y en consciencia. Sigo pensando qué clase de locura está detrás de todo esto, la culpable de todo lo que pasa, de una enfermedad incurable que deriva de una tremenda reflexión llevándonos a lo más profundo de nuestro ser en el que somos tan nosotros mismos que asusta, y da miedo e impotencia, porque nunca podremos quitar ese capote de pensamientos que nos rodean. Sin embargo podemos ignorarlos, mirar hacia abajo y ver otro gris, gris asfalto.

27/1/15

Odio formal

Rabia, odio, impotencia, dolor, sufrimiento, ira, agobio, tristeza, locura, incertidumbre, dudas, certezas, errores, tropezar dos o cinco veces con la misma piedra, escribir, llorar, caminar, mirar, ignorar, entrar, salir, correr, respirar profundamente, huir, parar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar, pensar...y aquí llego, y aquí sigo.
Sin ti es todo así, un bucle como la pescadilla que se muerde la cola. No se quién fuiste ni quién eres, pero supongo que ni yo mismo se quién soy, te sigo esperando con el odio propio del impaciente, del puro e infatigable deseo de tenerte conmigo. Ven cuando te parezca que mientras tanto yo sigo muriendo, si no te importa.

Sin salidas

A veces veo el hierro de las vigas en el cielo y los raíles de acero en el suelo, y el reloj que marca los horarios de salida. A veces siento que vivo en una estación en la que pasan trenes y yo sigo sentado, mirando como la gente sube y baja, mirando como llegan trenes que no me pertenecen o que no me quieren pertenecer. Me siento pegado a una silla de plástico de la que me es imposible levantarme y no paro de pensar que pasaría si consigo ponerme de pie...pero en vez de eso miro mi maleta y está vacía. Y me enfado por no viajar más, y maldigo el billete que he comprado para un tren que nunca llegará. Por eso empiezo a llorar, y así mi maleta empieza a llenarse, de lágrimas y de vacío.

25/1/15

Lo contrario a la justicia

La cosa es que parece que somos los reyes del mundo, que si no estuviéramos aquí nada sería lo mismo, incluso pensamos que sin nosotros el mundo no sería posible. Puede que realmente todo forme parte de nuestra imaginación, que somos nosotros los que manejamos los hilos de los títeres, puede que seamos titiriteros inconscientes de nuestras vidas. Aunque todo se queda en un puede, porque si realmente fuera yo el creador y ejecutor de este plan, no creo que dejara que las cosas fallaran así como así, mi mundo no sería esta mierda. Sin embargo está lleno de injusticias...solo en Madrid somos 4 millones de habitantes ¿de verdad nos daríamos cuenta de si falta alguien? Lo más probable es que siguiéramos adelante como si nada, salvo para cuatro pobres individuos a los que esa persona les importaba de verdad. En este mundo sí que hay héroes, de esos que ven la vida como los titiriteros ven sus representaciones, con ilusión... Lo malo de estas obras es que no llegan a los 15 minutos, porque es verdad que hay héroes y es verdad la justicia es uno de los conceptos que faltan hoy en día. Sí, los héroes viven menos porque la vida es injusta, pero viven más intensamente, como guerreros, y los guerreros lo dan todo por defender lo que es suyo en el campo de batalla.

20/1/15

Eternidades efímeras

Nada bueno es eterno, ni nada eterno es bueno. Toda realidad empieza y acaba en engaño, la sociedad miente, los políticos roban, los niños cada vez crecen antes, el paro aumenta, los sueldos bajan...y tú, tú sigues perdido sin saber que hacer con tu vida, dudando hasta de tu nombre, porque es muy difícil vivir en un mundo de mentiras, mentiras largas y profundas, mentiras sin fin, eternas como nuestro insomnio, ridículas como la idea de poder cambiar el mundo sin moverse. Sin embargo en mitad de todo este caos que hemos creado, aparecen ilusiones, instantes esperanzadores que alimentan nuestra energía vital y que nos impulsan al avance...cosas buenas, pero hasta lo bueno tiene algo malo, lo bueno no es infinito ni dura para siempre, lo bueno acaba y se vuelve a esconder detrás de ese cúmulo de engaños que tenemos por casa. Lo increíble de todo esto es que lo bueno reaparece, pero para eso hay que buscarlo. En un mundo de velos como el nuestro somos nosotros mismos los que tenemos que encontrar la manera de destaparlos, de hacer eternas nuestras alegrías y efímeros nuestros miedos...nada bueno es eterno, pero el mundo esta lleno de cosas buenas, sólo hay que saber cómo buscar.

16/1/15

Hacen falta más sastres

Resulta irónico pensar como la suerte a veces se transforma en cargo de conciencia. Sentir que eres muy pequeño y te han dado algo enorme, de esto que te queda grande o gigante, así que vas y lo coges...lo aceptas porque al fin y al cabo es tu suerte la que te ha llevado a ese algo. Sin embargo nada más cogerla un peso y una presión enorme hacen que no puedas respirar, y mientras miras a alguien que le sobra tamaño para levantar todo ese peso y aún así, la suerte es tan injusta que le ha dado lo más pequeño que tenía. A veces parece que las cosas vienen sin medidas, todo sería más fácil si tuviéramos un sastre que hiciera arreglos de situaciones y que te pudiera coger el problema en vez del bajo.

12/1/15

Quiero todos tus barcos y aviones

No entiendo de barcos ni de aviones, pero puedes estar horas y horas hablandome de eso, porque de lo que sí que entiendo es de ti, de cómo pones ojos de niño cuando hablas y la boca pequeña al mentir. Entiendo de tus risas y carcajadas, de tus sueños, tus pesadillas, tus deseos...de cómo dices claramente lo que quieres, que me quieres. Que puedes contarme todo sobre nuevos estudios de aviones, barcos, velocidades, modelos, motores...pero que yo sólo puedo mirarte, porque es de lo único que de verdad quiero entender.

Relojes suizos y monedas

No creo en lo plano ni en lo fácil, me gusta pensar que todo tiene un fondo y que nada dura eternamente. Nosotros mismos somos así, criaturas efímeras tras las que se esconde un mundo de emociones y percepciones diferentes según la persona. Por eso hay que elegir, para bien o para mal siempre estamos barajando opciones y a veces al no elegir la correcta, en cierto modo perdemos el tiempo y el ánimo.
El trasfondo de cada uno de nosotros es una pieza única de un reloj suizo, lo difícil es encontrar la pieza que se ajuste a tu reloj, es por esto lo que he dicho antes de las elecciones, todo lo bonito tiene algo feo y todo lo bueno esconde algo oscuro, hay que saber escoger a quien queremos conocer y estar preparados para llegar a lo peor de los demás, pero también a lo mejor, porque al fin y al cabo todos somos monedas de dos caras y, a menos que esté trucada, nunca van a ser iguales.

(Dibujo e inspiración de la futura artista Marina Sanz)

10/1/15

Relativizar

Me encanta esa sensación de estar tan a gusto y relajado que eres capaz de escuchar tu propio pulso, sentirte un poco como muerto, como estar en pause y tener el botón del play estropeado. Pero esa sensación no es ni la mitad de comparable al hecho de estar sumido en un silencio inmenso junto a alguien sin convertirlo en algo tenso.
Hay quien prefiere una conversación larga a un largo vacío. Yo no. Es increíble tumbarse en el suelo, cerrar los ojos y sentir que el de al lado está en tu misma situación, sentir que no se va a ir y que puedes estar tranquilo a su lado. Esa es la sensación que busco transmitir, la mejor sensación del mundo. Y cuando llegas a ella resulta que todo parece más fácil, porque no hay nada demasiado importante, simplemente estás tú, tu pulso y el de al lado. Todo pasa a un segundo plano: el ruido de la calle, la gente cuchicheando y malmetiendo, la prisa, el tiempo, las preocupaciones, los problemas...todo se desvanece, todo se relativiza sin excepción, excepto tu pulso que simplemente te mantiene informado de que por desgracia o por suerte solo estás en pause y que el de al lado no tardará en darle al play.

9/1/15

El Ganador

Tengo la manía de emperrarme en ir hacia delante con todo. Hay quien lo ve como una cualidad, yo lo veo como un capricho fugaz que acaba transformándose en orgullo y cargo de conciencia, donde lo único que queda es seguir con el plan para no perder la dignidad ni quedar de veleta. Sin embargo, y esto si que lo veo como una cualidad, durante la ejecución del plan voy aprendiendo que todos los obstáculos te enseñan algo que es imprescindible para superar el siguiente, y que cuando vas pasándote los niveles del juego es inevitable llegar a la última pantalla donde acabas vencedor de una batalla en la que sale ganando una nueva y mejorada versión de ti mismo.

Mil razones

Soy una de esas personas que se pone una pulsera de la suerte antes de hacer un examen importante, de las que cuando ve un gato negro se hace la despistada por si acaso te mira a los ojos, de las que no pasan por debajo de una escalera ni tiran la sal que sobra al aliñar la ensalada por la pila, porque si cambio mis costumbres dejaría de ser la persona que cree en la suerte. Lo que no se aún es si creo en la buena o en la mala, porque tengo mil razones para creer en la mala suerte, porque a diario suceden todo tipo de desastres y todos tratamos de vivir jugándonos todo lo que tenemos. Sin embargo dentro de esto teniendote en mi vida no me hacen falta motivos para creer en la buena suerte, porque ya vive a mi lado.