26/4/20

AGUAS

Hoy por fin tengo paz para escribir
cosas tristes pero en calma
cosas imposibles pero que pasan.

Recuerdo cómo era yo misma hace un tiempo,
recuerdo la caricia de un agua cristalina
mientras me sumergía sabiendo dónde estaba el fondo,
sabiendo que era imposible ahogarme.

Ahora me veo perdida en un mar denso,
sin saber qué toco con los pies,
ni si hay algo más en lo profundo.

Disfruto la sal, las olas, la arena entre mis pies...
pero es tan costoso tener que nadar permanentemente,
que a veces siento que mis piernas dejarán de moverse,
que mis brazos claudicarán,
y entonces no habrá servido de nada aprender a nadar.




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