Ojalá viviera donde habito
y quizás así pudiera comentar,
eso que se siente al prender cerillas,
y ser un fuego en paz.
Ojalá viviera donde habito,
ojalá no tuviera sed de más,
ojalá que el tiovivo
se forzara a parar.
Ojalá viviera donde habito,
y poder respirar el mar,
pero siento que no llego,
y mi pecho se funde en sal.
Ojalá viviera donde habito,
pero este espacio es intangible
y cada vez que piso el suelo
me recuerdo a mí, que no connaturalice.
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