sacar todo el jugo de cada palabra
de cada persona
para reinventarlo en mis falsos poemas.
Necesito personas de edición limitada,
sin afonías,
con esperanzas
e inteligencia sin barreras.
Necesito una estación,
caldo de cultivo del silencio,
seriedad interrumpida por el pitido de un vagón.
Necesito redimir cada uno de los pecados
que no cometí,
y colocar 100 piedras en el camino
para poder tropezar.
Necesito una fusión perfecta entre lo moderno y lo antiguo,
entre lo estético y lo hortera,
entre la ambición y la realidad.
Necesito un techo con ventanas,
para abrirlas cada mañana
y así absorber toda la luz que entra desde la escalera.
Necesito no necesitar,
para seguir creciendo por impulsos,
pero ser humano implica exigencias naturales,
ser humano es opuesto a no necesitar.