29/8/16

Nosotros podemos con todo

"Nosotros podemos con todo" nos repetíamos.
Cogíamos las cosas y nos perdíamos por Madrid. Deambulábamos por calles pisadas por miles de personas antes que nosotros, éramos unos cualquiera y nos sentíamos mucho más. Acabábamos en un bar discutiendo de todo, empezábamos por el tema más polémico: política. Ninguno proponía una solución real a los diferentes problemas que observábamos ante la ineptitud de aquellos que nos gobernaban. Nosotros éramos nuestro gobierno, éramos nuestro apoyo más legal, nuestra unión más fuerte, éramos puro acero fundido. Y la conversación desembocaba en lo mismo de siempre: amor, sexo y futuro. Siempre en ese orden. Siempre asociando el amor a la necesidad, la necesidad a lo físico y tangible, y lo tangible a la eterna oposición de lo incierto. Y siempre, siempre llegábamos a una conclusión: "Nosotros podemos con todo". Y en un abrazo bañado en cerveza, se evidenciaba una vez más nuestra mayor certeza.

Adiós gaviota

Éramos tan felices,
tan libres y sinceros,
tan ciertos,
tan tangibles, demostrables
incontestables.

Éramos un te quiero transformado en llama,
éramos llama y desatamos millones de incendios,
éramos un accidente maravilloso.

Y quisiste que me lo creyera
quisiste que confiara en lo nuestro,
quisiste fundar oficialmente un desastre,
y lo conseguiste.

Diste mil vueltas en avioneta,
hasta que se te acabó la gasolina.
Fue entonces cuando decidiste volar
con el combustible de nuestros sueños.

Adiós gaviota,
vuela lejos y sola.

Hay

Aquí hay techo de menos
Y alfombras de más.
Hay compases vacíos
y canciones sin letras.
Hay recuerdos embotellados
y sueños sin dueño.
Hay costuras inacabadas
y sastres sin trabajo.
Hay sangre en el suelo,
y saliva en los zapatos.
Hay un pájaro enlatado
y una sardina encerrada.
Hay ritmos sin corazones
y bombeos sin ganas.
Hay gente muy poco colocada
y mucha yerba mala que matar.
Hay recogida en el local
y putas a domicilio.
Hay lugares con personas
y personas sin hogar.
Hay un hombre enamorado
y una mujer inconsciente.
Hay un café solo
al que le gustaría estar acompañado.

Por ti.

16/8/16

Humanos

Al final todos buscamos lo mismo, todos los humanos buscamos a otros humanos.
Buscamos sentir, amar, odiar...pero  sobre todo alguien a quien poder dirigir nuestros pensamientos. Ni siquiera el más egocéntrico del planeta podría plantearse una existencia plena sin otra persona con quien compararse. Somos imanes en gestación y aspiramos a poder atraer alguien que, de alguna manera, nos complete o nos distraiga durante nuestra vida. Y en realidad si lo pensamos, todos los imanes son iguales y su finalidad es la misma.
¿Quién puede decir que nunca ha sentido nada en absoluto? ¿Quién se atreve a desafiar al único instinto plenamente humano? No existe tal ser. Estamos hechos para vibrar al son de una mente que se guía por el corazón y funcionamos gracias a un corazón que se activa gracias a la mente. Gritamos en silencio que ansiamos el roce si estamos solos, el brazo ajeno si estamos cansados y el oponente cuando queremos pelea.
Hay quien dice que existen millones de colores y que nunca podremos llegar a contemplar todos, sin embargo existen miles de millones de emociones y sentiremos todas aunque sea fugazmente, es una decisión propia escoger rivales, amantes, hermanos y gilipollas para poder sentirlas...y nuestro instinto humano nos obligará a escoger.