19/7/16

Pidote

Te pido por favor que no pienses en un mañana, que vivas poco a poco...de la mano si hace falta (y si quieres, de la mía).
Te pido un suspiro prolongado, un meneo de cabeza y una risa de llanto, o un llanto de risa...eso ya cómo quieras.
Te pido que cada día abras la ventana para que toda la ciudad pueda ver cómo amanecen las estrellas.
Te pido que si suena una canción la bailes dedicando un paso a cada cojo de Madrid, y luego te tomes una copa para brindar por ti, que ya es hora.
Te pido que si llueve te dejes empapar, de gente, de oportunidades, de alegrías y emociones.
Te pido que evites a los gatos negros y a las escaleras porque ya eres suficientemente gafe por conocerme.
Te pido que vayas a comisaría a confesar el robo de un corazón, y que lo dejes en objetos perdidos para ver si puedo recogerlo el lunes.
Te pido que te pierdas conmigo a ratos y que yo pueda encontrarte.
Te pido que reúnas fuerza para soportar a todos los imbéciles que se atreverán a pedirte el número.
Te pido que prolongues tu vida en cada antojo.
Te pido que nunca más me dejes pedirte nada, porque si me dejaras,
te pediría eternamente.

17/7/16

Autopoema

Sinceridad suprema
la que posee un poema
nacido de una puta
borracha de veranos
y un silbido prolongado
que se convierte en insulto clandestino.

Y te pido que ataques
que le rompas las costillas,
le desmientas sus teorías
que lo apures hasta el final y
que disfrutes lo fatal.

Te aconsejo que lo maltrates
que lo escondas
que llores en sus palabras
que te pares en cada verso a pasear
y navegues en cada acento que te ofrezca.

Hazle sufrir y transfórmalo en ti mismo,
en autorretrato de tristeza
de oscuridad y cobardía,
que refleje la verdad
sólo como un poema puede.

Creo que

Creo que quiero girar la tierra sobre tu eje y crear un remolino de tus ojos
Creo que arrancaré una baldosa y la bañare en tequila
Creo que subiré a una montaña vestido de cura
Creo que diré que me gustas
Creo que cogeré cantos rodados
Creo que estoy tan enamorado
Para que nunca dejes de ser mi mundo y nunca dejes de accidentarlo
Para que subamos al balcón de la alegría
Para predicar lo que me encantas
Para ver qué respondes
Para entorpecerte si decides marcharte
Que
¿para qué decirlo?

16/7/16

Fieras

Los cínicos llevaban razón: somos putos perros. La evolución darwiniana de la que hablaron tantos científicos, la que nos comparó y emparentó con los monos, solo fue una farsa. Los monos son mucho mejores que los humanos, si yo fuera un mono, estaría orgulloso de no haber "evolucionado". Darwin se equivocó y los cínicos de los que tanto se rieron, llevaban razón mucho antes de que él creara su maqueta. Somos perros y nos comportamos como perros. Peleamos por ser el líder de la manada, meamos en la naturaleza, somos carnívoros y no, no nos da miedo la sangre y mucho menos morder, porque tenemos hambre de poder.
Decidles a todas las ovejas que tengan cuidado porque el pastor se ha inventado que el lobo es su enemigo. Sólo para degollarlas más tarde. La figura del pastor fue una tapadera del peligro más aterrador, que es el de la traición.

Rescate

A veces me olvido los cascos en casa, eso significa que mi trayecto va a estar acompañado por la monótona voz de esa señora que está encarcelada en el metro. Normalmente en estos casos, antes de bajar las escaleras mecánicas, cojo un plano del metro y espero que me distraiga un poco. Cuando me meto en el tren trato de memorizar una línea por si en alguna ocasión me fuera útil, por probar. Suele acabar en fracaso antes de que la prisionera del metro me informe de que he llegado a mi destino.
El otro día había salido con unos amigos y me tocaba volver sola a casa. Y sin cascos. Qué gran putada. Cogí un plano de metro. Bajé las escaleras. A esa hora nadie o casi nadie te quita el sitio, puedes incluso tumbarte si te apetece. Un chino no paraba de mirar a todo el mundo, no tenía un plano de metro...o ya se lo sabría de memoria, no lo sé, tampoco me importó. El caso es que rebusqué en la riñonera con la esperanza de encontrar unos cascos que claramente no estaban. Cacao, llaves, papel de chicle y boli. Por algún motivo me puse a escribir en el metro. La cerveza de la hora anterior, pese a no haber ayudado previamente, mejoró cuantitativamente mi imaginación e hizo que el viaje se convirtiera en un poema. No estoy enamorado, pero era de amor. No sentía nada, pero salieron palabras. No quería dejar de escribir, pero la mujer estaba obligada a informar.
Y llegué a casa con espuma en el cerebro y palabras en un plano. El poema por suerte, sigue vivo y yo, pido un rescate.

5/7/16

Proyecto

Construye un castillo y escóndete.

Eso es lo primero que me enseñaron, a "definirme", a crear algo que fuera "mío", a formar mi primera impresión de cara al público. ¿Qué era yo? ¿Qué soy yo? No lo sé. Por eso empecé con ladrillos blancos, porque se pueden pintar de mil colores. Y empecé a trazar una línea en el suelo que marcaría mis límites. Me deshice automáticamente de cualquier futuro plan  para lograr expandirme, ése iba a ser mi territorio. Y ahora, quiero cambiarlo. Ya no quiero ladrillos blancos, quiero pintura de mil tonos distintos, porque yo no soy un castillo, no soy una característica. Y quiero pintarlo solo, al fin y al cabo, es mi proyecto.

Rugido

Destrozadas.
Siguen latiendo unas ruinas llenas de recuerdos.
Roma hoy se viste de mujer.
Y elige dos ruedas a falta de dos piernas.
Acelerando cada vez más con el único objetivo de sentir algo diferente al dolor.
Aumentando los kilómetros por cada baile perdido.
Pegándose al suelo en cada curva, esperando un roce diferente.
Levantando el vuelo a su manera.
Enseñando el tatuaje de su espalda cada vez que se agacha de más.
Dejando que el pelo vibre con el aire por muchas veces que se hubiera peinado en casa.
Fugándose lejos de lo físico, intentando formatear la memoria.
Fingiendo ser París de nuevo.
Fijando la mirada hacia el siguiente tramo de carretera sin importar el reflejo del retrovisor.
Llorando en forma de rugido.
Aullando en forma de motor.
Tratando de prolongar un viaje de 2 horas a uno de 7.
Dejando que el viento seque las lágrimas y borre su señal.
Y por fin,
quitándose el casco y verse en un lugar nuevo.