18/3/17

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Las relaciones humanas son complicadas. La base de la vida es sencilla, consiste en comer, respirar, dormir...todo funciona perfectamente y de manera automática. No se tienen problemas, no hay días raros en los que una persona nubla tu mente, no hay pérdidas de papeles ni de tiempo tampoco, no hay juego y por tanto, no existen las trampas. Todo fluye de una manera casi recta hasta que te topas con otro individuo, en ese momento te planteas la situación y empiezan las curvas. De repente te encuentras sumido en una carretera hacia el descubrimiento de la otra persona, y parece ser un recorrido eterno. El paisaje va cambiando durante el trayecto, a veces es más gris, a veces más luminoso, a veces hay baches y a veces hay cuestas excesivamente inclinadas...pero ya no puedes salir. Por esto se complican la vida del hombre, porque, súbitamente y sin planificación, uno se mete en cinco o cincuenta carreteras diferentes y circula por ellas casi sin control.
Lo malo de verdad llega cuando una de esas carreteras te obsesionan y necesitas estar continuamente recorriéndola. Es realmente frustrante cuando crees haber alcanzado una estabilidad y que de repente alguien aparezca y decida desestabilizarlo todo, irrumpiendo en tu mente y nublándola durante días. Aún me pregunto si es posible actuar como si una relación estuviera vetada y cumplir ese veto.

13/3/17

No sabemos

Nunca fuimos perfectos,
la inmovilidad nos fatigaba y el viento nos frenaba en el avance.
Tratamos de llevar una trayectoria recta
en un camino de piedras,
y lógicamente nunca lo conseguimos.
Sin embargo seguimos luchando
contra la absurda idea de la sumisión
y el conformismo,
contra las barreras, las fronteras y jaulas.
Admirábamos a los cerrajeros por su facilidad de abrir puertas,
preguntándonos si algún día podríamos abrir mentes con tal destreza.
Y nunca supimos de dónde salían nuestras fuerzas.
Quizá fue del amor,
quizá de la rabia,
quizá fueron los delirios de grandeza.
El poder se nos antojaba abstracto
y nunca llegamos a aceptar a aquel que creyó poseerlo.
Las ideas
no
se
tienen,
Las ideas
se
viven.

Nunca fuimos perfectos,
pero al menos recorrimos un camino
buscando lo más cercano a la perfección.