¿Sabes lo que es rozar el cielo?
¿Sabes qué se siente al sobrepasarlo?
Yo no.
Solo sé qué se siente al despertar a su lado,
y que huela a hogar.
He palpado el naufragio cuando le veía ahogándose,
y he visto virar su suerte, y la mía, cuando resurgía para abrir sus ojos de luz.
No sabría explicar cómo,
pero en cada beso que me regala,
nace una amapola y crece,
y aflora mi alma.
Por fin crecemos juntos.