31/7/15

Dioses y perros

¿Y sabéis lo que es esto? Estos cerros, estas montañitas no son naturales, esto era una escombrera, un puto basurero...y como no sabían cómo deshacerse de toda esta puta mierda, la alfombraron, la sepultaron bajo esta capa de césped, ahora mismo estamos en la cima de una montaña de mierda, mierda maquillada, pero mierda al fin y al cabo...se puede decir que nosotros somos la guinda de un pastel de mierda.

La mejor escena de "Dioses y perros".

30/7/15

Palpitaciones

Rajarme el pecho empezando por el esternón para llegar al corazón, cogerlo y sentir que late.
Dos palpitaciones con sonido, dos en silencio, dos con sonido, dos en silencio.
Liberarme de esa carga de una vez, liberarme de las malditas dos palpitaciones con silencio que no me dejan ser.
Que no me dejan decir lo que tienen que decir porque siempre están mudas.
Que se reprimen y no luchan por salir. Que se guardan todo para ellas y no lo comparten.
Que me hacen gritar sin palabras y correr sin dirección.
Que nunca duermen.
Rajarme el pecho para poder apretar bien mi corazón y por fin exprimir todo lo que esas dos palpitaciones quieren decirte y no pueden ( o no quieren).

Las cosas pasan por la cabeza

Las cosas pasan porque tienen que pasar.
Es la frase que puede que haya repetido más veces en toda mi vida. Resulta paradójico que ni yo me la crea del todo. Me gusta aferrarme a esa idea de que sí, que hay un algo que decide que pasen las cosas o un destino o una especie de karma que devuelve lo malo y lo bueno...supongo que todos tenemos un apoyo, podemos llamarlo Dios, suerte, azar o como sea, el caso es que nos ayuda en aquellos momentos en los que ya no somos capaces ni de creer en el ser humano a pesar de que incluso uno mismo pertenezca al género. La realidad es que cuando no nos pasa nada, nos olvidamos de ese parche que ponemos en nuestra cabeza a todo lo que no sabemos resolver, volvemos al "enjoy your life" o "carpe diem" tan repetitivo de siempre, volvemos a reír a carcajadas y olvidamos todas las estadísticas que hay a nuestro alrededor, estadísticas, por cierto, que son verdaderamente deprimentes, como el hecho de que se calcule que unas 600.000 personas morirán de cáncer en el año 2015 o que cada día que pasa mueren unas 800 mujeres mueren por complicaciones en el parto o durante en embarazo. Es verdad que si viviéramos pensando en esto de continuo pasaríamos a ser una especie de raza suicida que se acabaría extinguiendo en unos pocos meses, sin embargo creo que es interesante cómo apartamos ciertas cosas de nuestra cabeza cuando queremos. Somos un ser de interés sin pretenderlo, sólo por naturaleza. Creer en que el hombre es bueno es algo inevitable pero también es parte de una visión terriblemente incompleta. Muchas de las catástrofes mundiales son culpa del ser humano de forma directa o indirecta, es parecido a eso de que ver un asesinato y no hacer nada por evitarlo es convertirse en culpable. Los hombre son buenos, sí, pero esa es la parte que hay que desarrollar, es la parte en la que hay que invertir...¿pero quién narices invierte en eso? ¿ Carpe Diem no? Pues que le jodan al resto, yo vivo para mí. Y así con todos, salvo con unas 10 personas inigualables y admiradas por todo el mundo (del tipo a Nelson Mandela) pero que nadie se atreve a intentar imitarlas. Después de toda esta triste y depresiva historia una de nuestras personas nos puede llamar bastante triste por algún motivo que poco tendrá que ver con los desastres y mayores preocupaciones del planeta, pero que para él o ella es la barrera más alta que tienen que superar para volver al "enjoy your life", es entonces cuando yo repetiría mi maravillosa y tan versátil frase : LAS COSAS PASAN PORQUE TIENEN QUE PASAR... en mayúsculas porque así suena a convincente, a grandioso, pero volvemos a lo de siempre, las cosas pasan por algo, podemos poner un parche divino o podemos intentar buscar la causa y proponer una estrategia. Yo voto por lo segundo, sólo falta que creamos en el avance. Solo hace falta ser un poco más Mandela.

Mar a dentro

A veces me gustaría ir mar a dentro y sumergirme sintiendo todo el agua y toda la sal en el cuerpo.
No pesar nada, no pensar nada.
Ser sólo yo en un mar.
Sin límites, sin costas, sin islas.
Y estar a tal profundidad que toque el centro de la Tierra.
Y estar tan lejos de todo que ni siquiera tuviera que preocuparme de decir adiós,
Porque no me gusta decir adiós, porque si nos vamos nunca es de golpe.
Olvidar todo y a todos, olvidar las sensaciones, olvidar todo lo que pude y no quise hacer.
E irme.
Muy lejos y muy profundo.

27/7/15

Para mis mañas

Vamos a poner que viviéramos en el mismo sitio. ¿Y por qué no? Vamos a poner que nos conocemos de toda la vida. Podríamos seguir poniendo cosas, poniendo le, la o lo donde no corresponde, podríamos inventarnos palabras y jurar que existen igual que podríamos estar riéndonos horas y horas por el rey de un casino que no se cansa de tirar fichas, o por un tigre que vive para acechar. Podríamos estar horas y horas riéndonos en la 243 o dándole el coñazo a Lisa en la 241. Podría repetir mil veces lo que dice la virgen del Pilar o bueno, ya puestos, decir que hacer el amor en un Simca 1000 es bastante jodido. Podríamos coger todos los momentos en los que la respiración se nos paraba al reírnos, e intentar hacer un ramo...podríamos hacerlo pero estoy segura de que sobrarían flores. Podría decir que no me hacían gracia las caras de Carmen y Clara cuando nos despedimos, pero mentiría porque el momento fue cómico... de esas despedidas que no terminan de ser. Que bueno, podría decir muchas cosas, pero sólo me sale decir gracias.

21/7/15

Barreras de tiempo

La idea es que tenemos 30 segundos. Cualquier atracción del parque que supere 30 segundos de pánico se descarta en mi lista de opciones en las que subir.
Esos instantes pueden parecer muy poco tiempo, pero la realidad es que el tiempo no son segundos. El tiempo es lo que hacemos, lo que sentimos, es nuestra sangre fluyendo por las venas, es la realidad pasando por delante de nuestras narices. Y a veces sin darnos cuenta.
Todo tiene un riesgo, pero el límite lo ponemos nosotros. Mi límite son 60 segundos, es el doble de lo que se supone que es seguro, pero siempre hay excepciones que gracias a alguien te hacen ser un poco más valiente o un poco menos cauto.
Creo que dependiendo de con quién suba a la próxima atracción será más o menos arriesgada. Espero que merezca la pena (y el riesgo).

5/7/15

Para todos los que no duermen o no viven

La vida se divide entre el insomnio y los sueños. Porque estamos cansados de vivir pero no de soñar. Irónicamente necesitamos despertarnos, andar, conocer...para luego crear e imaginar. Verte y conocerte para luego irme a la cama, cerrar los ojos y cambiar todo, tu cansancio por energía, tus llantos por canciones y tus razonamientos por impulsos. No te extrañes que me confunda, porque conozco dos versiones tuyas y no puedo mirar una sin pensar en la otra. Date cuenta que estás completamente difuso, pero que me quedo con tu mejor versión, una vida en sueño, para sentirte como te imagino, pero aún así sentirte cerca. Que te quiero, pero dormido, que te extraño, pero sólo tu forma...el resto es cosa mía.

A lo particular

Me río de lo universal porque no existe. Nada es general, aunque a veces queramos globalizar o agrupar para simplificar todo. Lo simple se queda en eso, superficial, no llega al fondo. Lo maravilloso está en explorar lo pequeño, lo que nos distingue. Lo bonito está en darse cuenta de que hay muchos tipos de ojos azules y que sólo nos gustan unos pocos, que los niños no siempre juegan con coches y las niñas no siempre llevan diadema, que tus ojos no son mis ojos y por eso vemos cosas diferentes, pero que al fin y al cabo lo increíble y perfecto, es eso.

Existen

Hay crucifixiones que tardan más de tres días en resucitar.
Hay lunas que tardan más de 28 días en llenarse.
Hay locuras fácilmente disimulables.
Hay ríos que no desembocan, porque antes se secan.
Hay primaveras que no florecen.
Hay más de ocho maravillas en el mundo, aunque no todos las puedan ver.
Hay poetas que se esconden.
Hay lobos que en vez de aullar, lloran.
Hay palabras que no se escriben.
Hay colores imperceptibles.
Hay hombres que nunca lloran y mujeres que no sienten.
Hay corazones que nunca acaban de arreglarse.
Hay racistas que no saben que todos venimos del mismo mono.
Hay incautos con cinturón de seguridad.
Hay alegrías tristes y tristezas alegres.
Hay muchas excepciones, pero la mejor, eres tú.